En esta entrada, vamos a sumergirnos en la nueva metodología denominada "Flipped Classroom" o su equivalente en castellano "Aula Invertida".
El aula invertida puede definirse como un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula.
La aparición de esta nueva metodología es muy reciente, ya que es en 2007 cuando Jonathan Bergmann y Aaron Sams se conocen y deciden implementar un nuevo método de enseñanza en la asignatura de química en el instituto estadounidense de Woodland Park, en Colorado.
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Sams (izq.) y Bergmann en 2015 |
El aula invertida "invierte" los roles tradicionales en el que el docente instruye al alumnado con sus conocimientos y el alumnado, posteriormente, consolida esos conocimientos a través de deberes, exámenes o repasos.
En la metodología del aula invertida, el docente adquiere una nueva dimensión. El alumnado adquiere conocimientos fuera del aula, aprovechando las nuevas tecnologías y bajo la supervisión del docente y, posteriormente, es el docente quien consolida estos conocimientos con un apoyo directo en el aula.
Para entender mejor el gráfico de arriba, se recomiendo la visualización del siguiente vídeo:
Por último, es importante enumerar las ventajas que ofrece este modelo, además de las ya comentadas anteriormente:
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